Gritando por tu vida!

Esta mañana me levante como de costumbre con sueño, cansada de todo y con ganas de nada. Tomé la micro, llegué a la U y vi nuevamente la cara de ese profesor que no me cae muy bien por su forma de enseñar.
A veces me dan ganas de explotar, de salir corriendo, de gritar ... Pero siempre hay algo, quizás una fuerza divina, extraña que nos impulsa a hacer lo mismo y no lo otro.
Me harta de manera extravagante, casi majadera, leer la prensa, ver un noticiario, porque en Chile ni de los temas más relevantes se hablan de forma clara, a veces me sorprende como los periodistas tan encerrados en su mundo no logran ver las cosas como son y nos muestran su minúscula visión y lo peor es que hay mucha gente que les cree.
Si hablamos de política no me sorprende ver unos payasos anunciando nuevas formas de gobernar.
Sé que hay gente que se esfuerza y de hecho yo espero esforzarme, pero falta algo tan grande como comprender que si queremos un bienestar para todos hay que trabajar todos y para todos. El egoísmo de algunos me harta y se ve en todo tipo de cosas hasta en la forma en que pueden asegurarse en una fila...
bla bla bla sólo palabras por el momento pronto será el momento de actuar.

Cambiando de rumbo

A medida que pasa el año, las tardes avanzan y las estaciones cambian los paisajes, caminando una vez más me encontré yo, con mis dudas, mis aciertos, mis temores y mis triunfos.
Justo es en estas fechas cuando empiezo a extrañar el invierno frío y melancólico...ese que te hace pensar en historias vividas y más de una tarde recordar un viejo amor, pero vuelvo a mirar a mi alrededor y la primavera con gritos estridentes se hace notar con explosiones florecientes, llenas de vida, llenas de una extraña alegría que rara vez se mezcla conmigo.
El aire primaveral llena las calles de una refrescante brisa, colores, y más de algún heladito que promete que este verano el sol calentará más de lo común.



Como esperando abril

Mucho másallá de mi ventana,
las nubes de la mañana son una flor que le ha nacido a un tren.
Un reloj se transforma en cangrejo
y la capa de un viejo da con una tempestad de comején.
Mucho más allá de mi ventana algodones jugaban a ser un jardín en espera de abril.
Luego entro los ojos chorreando esa luz de infinito,
y es cuando necesito un perro, un bastón, una mano, una fe.
Y tú pasas tocando el frío con suave silencio y, ciego, te sentencio
a que nombres todo lo que ahora no sé.
Mucho más allá de mi ventana,
las nubes de la mañana son una flor que le ha nacido a un tren.
Un reloj se transforma en cangrejo y la capa de un viejo da
como una tempestad de comején.
Mucho más allá de mi ventana
algodones jugabana ser un jardín
en espera de abril.
Mucho más allá de mi ventana
mi esperanza jugaba a una flor,a un jardín,
como esperando abril.
Silvio Rodriguez